Sainz sobre Verstappen: «No hay absolutamente ningún problema, lo prometo»

El Gran Premio de Australia, primer evento de la temporada 2016, trajo de nuevo la competición, espectáculo y como no rivalidad. Quizás uno de los equipos con mayor rivalidad entre sus dos jóvenes y competitivos pilotos es Toro Rosso. Carlos Sainz y su compañero Max Verstappen son dos pilotos hambrientos de victoria, competitivos, algo que sin duda es muy positivo, pero que también puede complicar la vida al equipo ya que la rivalidad puede causar problemas entre ellos.

De hecho ayer en el Gran Premio de Australia pudimos ver alguna tensión, Max Verstappen rodaba por delante sin embargo Carlos Sainz entró primero a cambiar neumáticos, pese a que Verstappen ya se había quejado de sus neumáticos. Eso provocó el primer momento tenso, después Verstappen entró sin que el equipo lo esperase, al parecer por problemas de comunicación y perdió tiempo, finalmente Verstappen quedó detrás de su compañero.

Max Verstappen protagonizó algunas quejas contra su compañero de equipo al equipo por radio, ya que consideraba que era más rápido que él y que le estaba bloqueando. Por lo que pidió al equipo que le dejara adelantarle. Algo a lo que Carlos Sainz hizo caso omiso. Sin embargo Carlos Sainz descarta que haya problemas entre ellos y por supuesto que la rivalidad que existe entre ellos pueda perjudicar a Toro Rosso, su equipo.

Carlos Sainz niega que hiciera nada malo y asegura que no había que dar órdenes de equipo, según es citado por Motorsport.com: ”Al final todos sabemos que no había nada malo con lo que hice. Todos estuvimos de acuerdo en que se debió a las circunstancias. No había mucho que hacer en ese sentido. Ahora, mirando hacia atrás, todos sabemos que dar órdenes de equipo no era lo que había que hacer. Estábamos luchando para entender qué debíamos hacer y qué estaba pasando”.

Sainz además asegura que los supuestos problemas se han exagerado y en realidad no hay ningún problema, ni nada de qué hablar: “Hemos tenido una reunión obviamente. Los dos estábamos un poco sin saber qué había sucedido, qué estaba pasando, pero estoy convencido de que no habrá problemas. En realidad no hay nada de qué hablar. Si se piensa en la carrera, ¿qué es lo que se necesita hablar? Nada. Estábamos luchando un montón por la posición. Todo se solucionó y no hay absolutamente ningún problema, lo prometo.»

Tampoco Sainz cree que la rivalidad que existe entre ambos compañeros de equipo pueda perjudicar a Toro Rosso: “Esperemos que no. No tengo absolutamente ningún problema con Max. Por mi parte hacia él en Melbourne no pasó nada. Fue sólo una carrera más”.

Aunque el piloto español reconoce que Max y él son posiblemente los compañeros de equipo con rendimientos más cercanos: “Tal vez Max y yo somos los compañeros más cercanos (en términos de rendimiento) de todos los compañeros de equipo. Estamos siempre más o menos a media décima entre nosotros, y casi siempre en la misma posición en la pista, siempre un segundo pegado el uno al otro. Eso hace que sea más difícil para el equipo en ese sentido”.

Respecto a esa rivalidad, Sainz tiene claro que ambos son lo suficientemente maduros para saber gestionarla apropiadamente: “Pero creo que los dos somos lo suficientemente maduros como para manejarlo. Es obvio que hay emociones durante la carrera. Obviamente hay mucho que hacer. Pero mirando hacia atrás sobre la carrera, los dos estábamos simplemente luchando como demonios durante todas las vueltas. Fue un buen espectáculo en términos de adelantamiento todo el desarrollo de la carrera. Simplemente el resultado no salió como esperábamos”.